Hoy voy al dietista después de una semana. He perdido algo de peso, pero no mucho. Confío en que, en próximas semanas, vaya perdiendo algo más, a pesar de que hago ejercicio y con mi super-mega bicicleta estática conseguiré este verano estar físicamente un poco más en condiciones.
La otra cosa, es una sensación. La sensación que tengo de que a todo el mundo le doy suerte, excepto a mí. Si me apunto a una oposición y me mato a estudiar, la persona más cercana que también se haya apuntado, aprueba, como así ha sucedido. Otra persona también cercana, no paraba de llamarme antes del examen de otra oposición, y aprobó. Hoy mismo, me acaba de llamar otra persona cercana y me ha transmitido su alegría porque ha aprobado el examen de auditoría que tuvo hace dos meses, y este sábado nos vamos a celebrarlo. Verás qué batacazo me voy a meter yo con el mío, es lo que pasa, que yo reparto suerte para todos excepto para mí.
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